Que conste que sé de antemano que esto es pura opinión, pero es que estoy indignado ¡Coño! Cuando vamos por la calle las mujeres de la alta sociedad, con sus joyas y su necedad cerril, nos apuntan con el dedo: "mira esos frikis, esos que leen tebeos, juegan a videojuegos y tiran dados de más de seis caras. Contempladlos, son tíos raros, extraños..." Pero claro, uno se pasó hace poco un buen rato en la puerta de la plaza de toros mientras miles de personas hacían cola para comprar una entrada de la feria de fallas. En menos de una hora pasaron por allí decenas de gañanazos indescriptibles. Seres salidos de un cine de sesió doble de los 50. Unos tipets esperpénticos, raros de verdad. Si alguien hacía un amago de colarse (aunque sólo fuera para pillar un tríptico) empezaban a gritar: ¡Yeja, yeeeja, yeeeeeeja! Armados con sus patillas a lo Curro Giménez eran los dueños de la ciudad. Poco a poco empezé a pensar: "y a esta gente no se le señala con el dedo simplemente porque van a los toros. Pero ¡hay como se les ocurra dar una vueltecita por un salón del cómic!". En fin, chicos que la cosa sigue estando mu mal.