Extraigo dos conclusiones de estar tanto tiempo estudiando. La primera, estudiar envejece, ahora mismo parezco un abuelito entrañable de ochenta años al que no le ha dado la luz nunca. La segunda, te vuelve loco. Aproximadamente a las casi cuatro de la mañana posteo tras haber intentado algo inusual en una persona como yo, supuestamente equilibrada. He intentado hacer, aún a riesgo de mi propia integridad, el pino sin apoyarme en la pared. ¿Por qué? La respuesta es sencilla. Iba subiendo las escaleras y pensando en la literatura del siglo XIX, y en un escritor poco o nada conocido, José María Pereda, cuando de pronto, por uno de esos azares del cerebro, me ha asaltado una imagen de cuando niño haciendo el susodicho pino. Antes podía hacer ese tipo de cosas. Entonces, ya en la buhardilla, me he agachado a poner las manos en tierra y un ligero chasquido acompañado de un posterior crujido me ha confirmado las dos conclusiones con las cuales comencé este aburrido relato. Soy un abuelito entrañable de ochenta años que está loco. Ah, sí, casi se me olvida. Esto es un vídeo de una serie de los Estudios Deen que se estrena el próximo mes de Julio.